Un proceso de venta implica una serie de etapas desde el momento en que se intenta captar la atención de un potencial cliente hasta que la transacción final se lleva a cabo.

Etapa 1: Atención
En esta primera instancia, debemos dedicarnos a captar la atención. Tenemos que orientar a posibles clientes hacia el producto o servicio que tenemos para ofrecer; y que este potencial comprador esté necesitando y/o tenga el perfil para adquirirlo. Podemos hacerlo a través de tácticas diversas, pero todas deben estar relacionadas con el mismo objetivo: captar la atención de un consumidor calificado para nuestro producto o servicio.
Etapa 2: Interés
Una vez captada la atención de un potencial cliente, hay que despertar su interés.
¿Cómo? Mediante contenido relevante. Información directa, sencilla y sintética que demuestre que podemos ofrecerle lo que está buscando, necesitando o aspirando.
Etapa 3: Deseo
Si captamos la atención del posible cliente, y luego despertamos su interés, en esta etapa, el usuario experimentará el deseo de obtener el bien o servicio que nuestra marca o empresa ofrece.
Etapa 4: Acción
Si el potencial comprador atraviesa todas las etapas sin desistir, entonces llegaremos a la etapa de la acción. Es decir, donde ya está convencido de lo que desea adquirir, y por ende, se produce la compra del producto o servicio. Todo lo que siga será parte del proceso de post-venta.